17 marzo 2011

OTRA MAGNÍFICA RESEÑA DE CAPERUCITA

Caperucita se mete en la boca del lobo con las ilustraciones de Adolfo Serra


Concha Carrón.

EFE

A Adolfo Serra le parecía que al cuento clásico de Caperucita Roja le faltaba un tercer personaje invisible, el que lleva a la niña a meterse literalmente en la boca del lobo, y al que ha querido capturar con un álbum ilustrado construido exclusivamente con imágenes.

"Caperucita Roja" (Narval) ensalza el papel del lobo feroz y resta protagonismo a la simpática y dulce niña de la capa roja, reduciéndola a un ser pequeñito que, involuntariamente, se adentra más y más en un bosque que resulta ser el pelaje de un inquietante lobo.

En el álbum, sin una sola palabra de texto, Adolfo Serra traza ya desde la primera página un acechante lobo cuya peluda cola atraviesa la casa de Caperucita, unas imágenes que el ilustrador utiliza metafóricamente para hablar de lo que a él le ha transmitido siempre el cuento clásico: "miedo, incertidumbre, curiosidad, inocencia y la permanente lucha del bien y el mal, de la verdad y el engaño".

En una entrevista con Efe, Adolfo Serra (Teruel, 1980) asegura que su intención era tratar de transmitir la idea de un lobo siempre al acecho: "La sigue permanentemente, siempre va por delante con el ánimo de engañarla", explica.

Frente a las preferencias de los padres de que sus hijos se decanten por un cuento narrado, el dibujante considera que los álbumes ilustrados fomentan "mucho más la imaginación".

Este género, en su opinión, permite que cada persona construya su propia versión de la narración a partir de las ilustraciones, motivo por el cual se empeñó en que en su álbum las únicas palabras fuesen la dedicatoria final a su sobrina Blanca.

"El texto no aportaba mucho a esta versión de Caperucita Roja, más bien delimitaba la interpretación y la imaginación del lector, sea niño o adulto", asegura Serra, quien con este álbum juega a recuperar también el tradicional espíritu del cuentacuentos que "poco a poco estamos perdiendo".

"El hecho de pasar un rato entre padres e hijos y generar una comunicación a partir de una lectura visual es más interesante que darle a un niño un libro y que se las apañe", asegura el ilustrador, quien subraya que le sorprendió ver la reacción de los pequeños al presentar el cuento de Caperucita Roja en la librería "El dragón lector", de Madrid.

En el acto, Serra fue pasando páginas del libro y dejando que los niños se lo contasen: "Fue increíble; cada niño construía su propia versión a partir de las imágenes sin ningún problema", recuerda.

Frente al recelo inicial de algunos padres que creían que las ilustraciones podían dar miedo a los niños, ellos, apunta el ilustrador, "no mostraron ningún temor hacia el lobo; incluso se alegraban cuando veían a Caperucita y a su abuelita dentro de la tripa del lobo".

"Intentamos sobreproteger a los niños con nuestros prejuicios, pero en los cuentos clásicos siempre ha habido buenos y malos", asegura el autor, quien también ha querido dejar un "final abierto" para que el libro "puede tener más de una lectura".

En su opinión, el álbum ilustrado favorece que el libro "no se agote con una lectura; un día, en lugar de ver el cuento desde el punto de vista de Caperucita, puedes contarlo también desde el punto de vista del lobo".

El momento de mayor "drama" del cuento, cuando el lobo se come a Caperucita, él lo resuelve "de una forma un tanto cómica", con una doble página en negro presidida por dos pares de ojos, que los niños no tuvieron inconveniente en asignar a la niña y su abuelita en la tripa del lobo.

El ilustrador afirma que ha sido "casualidad" que la publicación de su álbum coincida con el estreno el próximo mes de abril de la película "Caperucita Roja. ¿A quien tienes miedo", aunque se muestra convencido de que son productos "totalmente distintos" que no se entorpecen el uno a otro.

La película está dirigida por Catherine Hardwicke, la directora de "Crepúsculo", mientras que Alfaguara ha publicado, con el mismo título, la versión literaria de Sarah Blakley-Cartwight, de corte gótico y sobrenatural.

Para Adolfo Serra, la adaptación del cuento clásico de Caperucita a la ilustración fue "todo un reto, el autor quería versionar "de forma diferente una historia interpretada de mil formas distintas", algo que parece haber logrado.

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